Durante el ejercicio del abad Banzo de Fanlo (1035-1075), había en la población de Arto –Artao- un lagar abandonado y semidestruido, propiedad de cuatro vecinos que compraron y rehicieron los monjes fanleses.
A finales del siglo XV la población era de doce vecinos. Su parroquia con categoría de rectoría del arcediano de Gorga, tenía anexa la antigua rectoría de Baranguá.
Tuvo esta iglesia, en su altar mayor, un retablo pintado por Francisco Baget el año 1500.
En la revista Serrablo 80 de junio de 1991 en un artículo de Adolfo Castán Sarasa están los planos de Julio Gavín de 1979. La primitiva iglesia tenía una sala rectangular y ábside semicircular, características del conjunto serrablés, con la particularidad de las arcuaciones murales del exteriordel abside, de las que se han conservado dos, una de ellas, la central con una apertura.
Una de las dos ventanas que originalmente daba luz al interior. La otra se encuentra cerrada tras la escalera exterior.
Ventana a los pies de la torre.
Como es habitual, en el exterior de la iglesia hay un espacio de necrópolis.
Dintel de la puerta de acceso al recinto con arco conopial bajo
Reapertura de la ventana del abside después de la restauración.
Exterior del abside antes de su restauración con tres arquillos, el central se encontraba cegado.
Remodelación de 1769 según aparece en la clave del arco de entrada.
Campanario
Exterior limpio de arbustos y hiedra